El Aeropuerto del Pacífico, un proyecto insignia del presidente Nayib Bukele, ha iniciado la fase de consulta pública del estudio de impacto ambiental, que se realiza del 26 de julio al 15 de agosto. La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) presentó el 8 de julio dicho estudio ante el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
En el documento, la autónoma estableció como sitio del proyecto un área inundable en el cantón Loma Larga, en La Unión. El 25 de octubre de 2021, el MARN le recomendó a CEPA diseñar el aeropuerto en una zona alta del municipio de Conchagua, lejos del manglar El Tamarindo, que significa una amenaza alta de inundación durante eventos climáticos extremos.
Para medir la susceptibilidad a inundaciones, el Ministerio de Medio Ambiente utiliza imágenes satelitales de las inundaciones generadas por el huracán Mitch en diciembre de 1998. Con esas capas, el mapa del proyecto se cubre en los tres tipos de susceptibilidad: moderada, alta y muy alta.
CEPA consideró tres ubicaciones: la primera, una ampliación de la pista Jagüey adentro del océano pacífico; la segunda y más conocida, en el cantón Loma Larga junto al manglar; y la tercera, fue propuesta por el MARN en Conchagua. Según el estudio de impacto, CEPA mantuvo la segunda opción -ignorando la recomendación del MARN- después de un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA), que indicaba que esa ubicación tiene “más oportunidades y menos debilidades”.
Entre las diferencias planteadas por CEPA en una matriz de análisis de las tres ubicaciones, se destaca que el aeropuerto, en el cantón Loma Larga, implicará la tala de 5,445 árboles, la pérdida de infiltración de 45, 103.58 metros cúbicos de agua, es decir, más de 45 millones de litros de agua que dejarán de fluir hacia el manglar El Tamarindo. El proyecto en su fase de funcionamiento extraerá 286.14 litros de agua por segundo del río Managuara. Y generará un total de 168.5 metros cúbicos de aguas residuales al día.
El Aeropuerto del Pacífico fue una de las principales promesas de campaña de Bukele en el Plan Cuscatlán. El proceso de evaluación dentro del Ministerio de Medio Ambiente se flexibilizó desde la creación de una zonficación que cambió el tipo de suelo de protección a urbanizable.
El proyecto se mantiene en pie, a pesar de que el MARN ha dicho que la ubicación no es idónea; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el Plan Maestro de Infraestructura de El Salvador 2019-2030 recomienda “reconsiderar la conveniencia de construir un nuevo aeropuerto” y mejor ampliar el Aeropuerto Internacional Monseñor Romero; además, economistas y biólogos han dicho que el proyecto es inviable al considerar que el territorio salvadoreño es pequeño y que tráfico de pasajeros y de carga comercial se puede gestionar desde el aeropuerto Monseñor Romero.
Sin claridad sobre los desalojos
Para la reubicación de las familias que viven en los caseríos Flor de Mangle y Condadillo, área de influencia del aeropuerto, CEPA aún no tienen clara la situación legal de la tenencia de la tierra. Pues no han “finalizado los estudios catastrales” que permitirán ver la legalidad de las propiedades.
Por lo mismo, la autónoma explica en estudio de impacto, sin profundizar, el Plan de Acción de Reasentamientos, detallando las funciones de cada actor social en el proceso de expropiación, ya abordado en la Ley para la Construcción, Administración, Operación y Mantenimiento del Aeropuerto Internacional del Pacífico, aprobada en la Asamblea Legislativa a finales de abril.
En el estudio CEPA identifica y clasifica 42 inmuebles afectados: 21 de propietarios, 16 de poseedores y cinco de cuidadores que residen en las viviendas.