En la reciente Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Egipto no solo fue testigo de un gran hito: la incorporación del fondo de pérdidas y daños, que tomó 30 años de negociaciones; Sharm el-Sheij, también registró que el discurso lleno de éxitos del ministro de Medio Ambiente, Fernando López, incluía una mentira que pone en evidencia que el problema de la gestión de residuos sólidos ha superado las capacidades del gobierno.
“Estamos implementando nuestra nueva Ley de Recursos Hídricos, nuestro Reglamento Integral de Residuos y Fomento al Reciclaje, y nuestra Política Nacional Energética 2020-2050. El Salvador cumple con todo lo que está dentro de sus fronteras”, dijo el ministro en su discurso el 15 de noviembre. La realidad es que, a dos años de que la Ley de Gestión Integral de Residuos y Fomento al Reciclaje entró en vigencia el gobierno no ha oficializado el reglamento.
La MalaYerba, a través de una solicitud de información, pidió al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) una copia del Reglamento de la Ley de Gestión Integral de Residuos y Fomento al Reciclaje. Ese que el ministro López anunció en la COP27. En la respuesta del 30 de noviembre, la Dirección General de Seguridad Hídrica respondió que la propuesta de reglamento está en “etapa final de revisiones” y que “no es un documento oficial”. Mientras que, la Dirección Legal del MARN dice que la normativa “está en trámites para la aprobación”.
Hasta el 22 de diciembre, el reglamento tampoco había sido publicado en el Diario Oficial.
La Ley de Gestión Integral de Residuos y Fomento al Reciclaje, aprobada en febrero de 2019, establecía que el Ejecutivo tenía tres meses después de entrada en vigencia la ley — el 6 de marzo de 2020 — para elaborar el reglamento que operativiza la ley.
Según la ley y el borrador del reglamento, el ente encargado del cumplimiento de ambas normativas es el Ministerio de Ambiente, quien está obligado a coordinar acciones de educación ambiental junto con Ministerio de Educación; también de monitorear el manejo integral de los residuos ejecutado por las municipalidades. Un paso importante para que El Salvador resuelva el problema de la gestión de residuos sólidos.
Sin embargo, el problema ha superado las capacidades del gobierno central, alcaldías y hasta de la Asamblea Legislativa. Con la eliminación del FODES las alcaldías perdieron liquidez para la gestión de residuos. Y es por eso que El Salvador rebalsa en desechos sólidos, sobre todo, plásticos.
Tan grave es el problema de los desechos sólidos que el gobierno se vio obligado a lanzar la campaña nacional de recolección “Cero Basura”. El evento se desarrolló el 11 de septiembre en el municipio de Cuscatlán, Santa Cruz Michapa. Ahí la municipalidad había acumulado 10 mil toneladas de basura en la planta de transferencia. Las imágenes de drone mostraban cómo los desechos se abrían camino a través del bosque, mientras que en el suelo, los perros buscaban comida entre los gusanos.
“Si hubieran venido cuando les pedimos ayuda, no hubiera pasado esto”, dijo a MalaYerba una simpatizante de Nuevas Ideas de Santa Cruz Michapa, quien por motivos de seguridad se mantiene bajo anonimato. La simpatizante explicó que muchos de los afectados por los desechos acumulados en la planta de transferencia municipal “cuidaron mesa (Juntas Receptoras de Votos) en elecciones” y ahora reclaman “enojados” porque el gobierno actuó hasta que vieron la denuncia en los medios de comunicación.
Pese a la molestia de los locales, el ministro López fue recibido con aplausos y abrazos. En el lugar, el volcán de basura sirvió de fondo para que el ministro dijera a los presentes: “los salvadoreños deben de tener claro que, no tendremos un país limpio si lo seguimos ensuciando. El país más limpio no es el que más limpiamos, sino el que menos ensuciamos”.
El ministro explicó que en el país se generan 4,200 toneladas diarias de desechos. De las cuales, “solamente 3 mil llegan a rellenos sanitarios”, lo que deja “1, 200 toneladas diarias que no están llegando a su sitio de disposición final”, enfatizó.
Durante el evento, MalaYerba pidió espacio de preguntas, pero solo admitieron las de los medios oficialistas Canal 10 y Diario El Salvador. Después de la conferencia, le preguntamos al ministro si iban a promover la prohibición de plásticos de un solo uso. Acá la respuesta:
En 2022, la MalaYerba ha intentado tres veces conseguir una entrevista con el ministro Fernando López. El 18 de febrero, 9 y 10 de marzo, y el 01 de diciembre, se enviaron correos electrónicos a la dirección de comunicaciones del ministerio. Los correos fueron contestados, en su momento, por la persona encargada de gestionar las entrevistas del ministro López. Ninguna de las solicitudes ha concluido con la entrevista. Pues el proceso se estanca luego de enviar el guion de preguntas que solicitan. Hasta el cierre de este texto, el director jefe de prensa del MARN, José Aarón Fagoaga, seguía gestionando la entrevista.
Un discurso que no cuadra
En el resto del discurso, el ministro López habló de un gobierno vanguardista que trabaja con una “estrategia baja de desarrollo en carbono”, sin contar que en su gestión se ha disparado el número de permisos ambientales: entre junio de 2021 y mayo de 2022, el ministerio emitió 1,586 licencias, que equivalen a más de $1, 247 millones de dólares.
La gestión de Fernando López se ha caracterizado por incumplir con las directrices de zonificación ambiental establecidas por el MARN, permitiendo construcciones en zonas ecológicas importantes: el cerro Afate en el lago de Coatepeque. También, ha creado nuevas directrices para beneficiar los proyectos del gobierno en La Unión, como el Aeropuerto del Pacífico, cuyos terrenos pasaron de ser protegidos a urbanizables.
La gestión actual arrancó con la inauguración de la planta de gas natural licuado (GNL) Energías del Pacífico, un proyecto que el gobierno vende como “energía limpia”, cuando el GNL es uno de los combustibles fósiles culpables de la crisis climática. A eso se le suma el aumento del consumo energético destinado para la minería bitcoin, que se desarrolla bajo la opacidad estatal.
López concluyó su discurso en la COP-27 hablando de la vulnerabilidad climática de los salvadoreños, “estamos perdiendo vidas humanas, patrimonio natural y patrimonio cultural. No les estoy hablando como funcionario, les estoy hablando como un ciudadano parte de los más de siete millones de salvadoreños. Actuemos, ejecutemos acciones claras, concretas. Nuestras naciones están en riesgo”, dijo.
En los casi cuatro años de gestión Bukele se ha reducido el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente para la prevención y reducción de riesgos. En 2020, fue de $945 mil 805; para 2021, se destinaron $500 mil; en 2022, fueron $254 mil 230; y para 2023 será de $196, 725.
*Con aportes de Guillermo Orellana